Siendo internet un espacio de interacción abierto surgen a diario muchos riesgos en el manejo de la información, que no son del conocimiento de los ciudadanos. Las redes sociales, los buscadores, los medios… hay datos, generados por cada uno o por terceros, circulando en la red, casi inevitablemente.
Muchos dirían que es el precio de vivir en este tiempo.
Es cierto que no hay un control detallado de lo que hacemos con nuestros datos personales, pero tampoco de lo que implica cederlos para determinados fines. ¿Podemos ser más conscientes de nuestra información personal? ¿Cómo?
“Antes, los álbumes de fotos estaban en papel y solo se los mostrábamos a la gente cuando venía a nuestra casa, hoy en día es como tener el álbum en la puerta, donde cualquiera que pasa hojea y ve tu información”, con esta metáfora Romina Garrido, Directora de Privacy Consulting y Fundadora de Datos Protegidos, explica la importancia de tener en Bolivia una Ley de Protección de Datos.
En el Día Internacional de la Protección de Datos, la experta chilena, que visitó el año pasado el país, puntualiza en esta entrevista con Los Tiempos, varios aspectos que están en debate en la región y también los esfuerzos por consolidar una normativa que ayude a los ciudadanos en su seguridad y privacidad digital
Los Tiempos: ¿Por qué es importante una Ley de Protección de Datos Personales?
Romina Garrido: Una ley de protección de datos personales nos puede ayudar a tener el control y a entender que al final todos somos seres humanos y cuando nos traspasamos a lo digital lo hacemos en la forma de estos datos. Es importante entender cómo el mundo cambió y cómo esta ley puede ayudar a ser más empoderados en nuestros derechos digitales.
Bolivia sé que está en un proceso de adoptar esta ley, está mirando muchos modelos y debería tenerla, porque son derechos ciudadanos y porque ayuda a que los países se puedan insertar en la economía digital, que es muy importante también.
LT: Cuando se habla de una ley, también se hace referencia a la reglamentación y el cumplimiento, ¿qué tal difícil resulta esto?
En Chile hay una ley pero no ha tenido la eficacia que se esperaba porque no ha tenido un ente que la fiscalice, entonces se transforma en una ley muy bonita escrita, pero que nadie la cumple.
En Bolivia hay el derecho de habeas data y funciona, pero eso pasa cuando tú dices mis datos han sido afectados y voy a reclamar, en la medida que eres un ciudadano empoderado e informado, que no es todos los casos. Sin embargo eso es algo reactivo y hoy en día, en materia de datos hay que ser proactivo, las empresas y el Estado tiene que cumplir antes y no esperar que alguien tenga que reclamar.
Son leyes que entregan derechos a las personas y eso debe ser un punto de partida para pensar en una ley de datos personales, pero para que el derecho sea efectivo, debe haber una autoridad que la haga cumplir.
LT: Sin embargo cuando los ciudadanos escuchan ley, regulación, control y más aún relacionados a su información personal, expresan cierto rechazo…
Porque esto se confunde. Lo de regular los datos a reunirlos en un solo lugar y un ente que los va a manejar y eso no es así. Las leyes de datos regulan lo que ya existe porque todos manejan datos.
Hay que partir por decir que esta es una ley de derechos ciudadanos y que va a ayudar a saber dónde está tu información, los datos son de uno, pero hay que entender que están en todas partes. Por ejemplo, cuando vas al mercado y das el NIT estás dando un número de identificación que asocia tu compra y ya el supermercado sabe lo que consumes y tus hábitos de compra dicen mucho.
Pero tú puedes tener el poder de que la compañía no los use para mandarte publicidad o para traspasarlos.
LT: ¿Qué hace falta para llegar a una comprensión de esto?
Se debe entender que no es que vaya a existir un ente omnipotente que maneje toda tu información, Hoy en día las personas no pueden acceder o no conocen cómo se explotan esos datos y por último no pueden oponerse a que se explote. Lo que hacen las leyes es dar esos derechos, porque también es cierto que mucha gente quiere la publicidad y estar en redes, pero hay otra que no y frente a eso hay que trabajar para proteger los derechos de todos.
LT: A nivel comercial, ¿cómo afecta a los ciudadanos la ausencia de esta ley?
Existe un mercado y un interés de conocer a los consumidores de parte de las empresas para ofrecer cosas que se van a adecuar a tus intereses o cosas en el futuro que no sabes que quieres. Eso partiendo de los datos en redes sociales, es gratis; pero pagamos con la información que damos. Las plataformas ayudan a conectarte con el mundo, pero hay por detrás un uso no regulado de estos datos. ¿Por qué es tan importante la información de las personas? Porque vale dinero.
Cada país debería empezar a dar herramientas para poder controlar, y eso no significa que la información no se use, pero uno tiene derecho a saber qué se hace con eso, poder borrarla u oponerse a que se use para ciertos propósitos o rectificarla cuando no está correcta.
LT: ¿Y mientras se espera esta ley, qué se puede hacer?
De una manera más simple la gente debe empezar a hablar los datos. Los padres decirles a sus hijos que la información que suben siempre se queda en internet, ojo con entregar los datos con una compra, pregunten siempre… hay que trabajar en el autocuidado.
Mira la entrevista original en el Diario Los Tiempos.